martes, 23 de diciembre de 2008

El uso político de los militares




MÉXICO, D.F., 19 de diciembre (apro).- La suerte de Genaro García Luna en la secretaría de Seguridad Pública (SSP) está en el aire.

Felipe Calderón parece estar dispuesto a sacrificar a su antiguo aliado con miras a capitalizar el tema del narcotráfico en las elecciones intermedias del 2009.

La designación del general Javier del Real Magallanes como subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial fue un golpe tan severo en contra de García Luna, que en cuanto se anunció la llegada del general de división, el 4 de diciembre pasado, muchos colaboradores del secretario comenzaron a preparar sus renuncias.

Otros fueron más optimistas, por la relación que guardan con el asesor presidencial en seguridad nacional, Jorge Tello Peón, llegado a Los Pinos apenas el 19 de octubre pasado. Las expectativas de este grupo radican no sólo en el propio Tello, sino en el general de división, quien dejó la comandancia de la IV Región Militar, con sede en Monterrey, para llegar a la SSP por gestiones del asesor presidencial.

En cualquier caso, a partir de enero el divisionario será el verdadero hombre fuerte de la SSP, pues tendrá el control de la Policía Federal, que a su vez concentrará la mitad de los recursos económicos y el 75% de las plazas de la secretaría.

Entre los que prevén la salida de García Luna consideran que si bien les va y pasan los dos primeros meses del año sin cambios, difícilmente Calderón se animaría a designar un nuevo titular para la SSP en pleno proceso electoral.

En ese escenario optimista el cambio podría darse hasta después de las elecciones, en las que se habrá de renovar la Cámara de Diputados.

Pero es mucho tiempo para las necesidades políticas de Calderón, quien necesita conseguir la mayoría del PAN en el Congreso para no repetir la experiencia de su antecesor.Además de sus propias incapacidades, Vicente Fox quedó anulado durante la segunda mitad de su gobierno, por la oposición que enfrentó en el Poder Legislativo. Su administración pasó como una más, lejos de las exigencias políticas planteadas por el cambio de régimen.Así, con un estancamiento económico, que en 2009 derivará en fuertes presiones sociales, el único camino que Calderón tiene para que el PAN sea favorecido en las elecciones es dar golpes espectaculares en su llamada guerra contra el narcotráfico.

Después de dos años, García Luna ya no le resulta útil. Si hay una figura desgastada en su gabinete es precisamente ese secretario.

Las dudas y acusaciones en su contra salen del propio gabinete. Y es más que sabido que los militares nunca lo han visto con buenos ojos por el largo historial delictivo de varios de sus colaboradores. Pero también por la fuerte amenaza que representaba para el Ejército la ansiada Policía Federal que tanto ambicionó García Luna, pero que finalmente Calderón dejó en manos castrenses. En semanas recientes, la guerra contra García Luna ha salido de la Procuraduría General de la República (PGR). Muestra de ello son las filtraciones periodísticas de las averiguaciones previas sobre las actuaciones de los hombres que han estado cerca del titular de la SSP.Más allá de su retórica -como la utilizada en el desayuno de fin de año con la Marina, en el sentido de que "no negocia ni negociará jamás" con el narcotráfico-, Calderón está urgido de convencer a los votantes de que sus operativos han sido eficaces para frenar a la delincuencia. Pero lo que prevalece es la duda.

Calderón comienza su tercer año entregado de nueva cuenta a los militares. Así como en los primeros meses de su gobierno le sirvieron en su búsqueda de legitimidad, ahora en perspectiva de las elecciones intermedias recurre de nuevo a ellos en espera de que den un golpe que pueda capitalizar en las urnas.

jcarrasco@proceso.com.mx

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Fox y Calderón: diatriba de cómplices.





MEXICO, D.F., 22 de diciembre (apro).- Hijos de la misma entraña, el Partido Acción Nacional (PAN), y afines en ideas e intereses --¿en cuáles chocan?--, Felipe Calderón y Vicente Fox han sido siempre rivales y cómplices, y la diatriba que ahora protagonizan en torno del crimen organizado que cruza sus gobiernos no parece trascender los meros artificios retóricos.Calderón, quien en buena medida gracias a su antecesor ha asegurado su futuro económico no sólo por la pensión vitalicia que disfrutará, sino por los negocios que le gestiona el abogado Julio Esponda Ugartechea -socio del flamante secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, en la defensa de criminales de cuello blanco--, reactivó la ofensiva verbal contra Fox en el marco del desbarajuste de la "guerra" contra el narcotráfico.

Sólo en este tema, del que el PAN echará mano para no hundirse en las elecciones del 2009, las acusaciones de Calderón a Fox son directas e inequívocas: Le heredó un "Estado doblegado" por el poder de grupos criminales, debido a que los ignoró y/o pactó con ellos."Estaba doblegado por el poder de grupos criminales que conducían sus actividades delictivas (narcotráfico, secuestros y tráfico de drogas, entre las principales) con absoluta impunidad y el Estado no podía cumplir a cabalidad con su obligación de salvaguardar la integridad de las personas y su patrimonio", afirmó Calderón en un informe enviado, por escrito, a la Cámara de Diputados, a finales de noviembre.

Un mes después, apenas el viernes 19 de diciembre, añadió: "El haber ignorado o haber pretendido administrar a la delincuencia, en lugar de enfrentarla con determinación en el pasado, trajo consecuencias funestas para México. Afortunadamente, así como los mexicanos de hoy estamos pagando las consecuencias de lo que no se hizo ayer, también sabemos que lo que hoy hacemos es una semilla que dará resultados y cuyos frutos podrán verdaderamente tener los mexicanos del mañana."

Y añadió: "Mi gobierno no negocia ni negociará jamás con las organizaciones criminales a las que combatimos sin distingo alguno, que estamos decididos no sólo a enfrentar, sino a vencer con toda la fuerza del Estado a los enemigos de México y seguros de ello derrotaremos a quienes quieren ver paralizado al gobierno y a la sociedad sembrando el temor, la desesperanza y la corrupción."Justo en la ceremonia en la que Calderón pronunció estas sentencias, con clara dirección, el secretario de Marina, Francisco Saynez Mendoza, fue más obvio, aunque sin referirse específicamente a Fox, cuando afirmó que al inicio de este gobierno la delincuencia organizada operaba impunemente, en una situación que no podía ser tolerada.

"No podíamos aceptar más actitudes de indiferencia ante un problema de inseguridad que, de continuar ignorado o solapado, llevaría a un alto riesgo para la seguridad nacional", expuso, en vísperas de que ocho militares fueran asesinados y decapitados en Guerrero.Aunque es una obviedad decir que, después de tales acusaciones, Calderón está obligado a proceder contra Fox, conviene recodar que entre ambos ha habido siempre una convergencia de intereses que se anteponen a diatribas transitorias.

La más remota puede encontrarse hace casi tres lustros, en 1995, cuando Calderón compartía las furias de Carlos Castillo Peraza por el locuaz Fox de Guanajuato, lo que jamás dio lugar a un distanciamiento mayor, como ocurrió tres años después, en 1998, cuando los hermanó un episodio que condujo al triunfo del 2000: La convalidación del Fobaproa, las deudas de grandes inversionistas privados que los mexicanos seguimos pagando.

A los berrinches del Calderón diputado con el gobierno de Fox, siguió el pleito por el despido de aquél de la Secretaría de Energía y desde ahí, tras una elección fraudulenta cuyos responsables siguen impunes, su lanzamiento como candidato presidencial del PAN, cuyo triunfo en la elección del 2006 no se explica sin la decidida intervención del aparato gubernamental federal y los intereses que sobre él gravitaban.

Cómplices, por tanto, en la retención del poder presidencial, poco puede esperarse de que Calderón traduzca en acciones punibles las acusaciones de complicidad e ineptitud del foxiato, salvo que estén ya integrados los expedientes para proceder contra los responsables en el gobierno anterior.

Aunque remota, es una posibilidad que no puede descartarse de plano por razones de carácter electoral: El operativo con agentes de la Agencia Federal de Investigación (AFI) para detener brevemente a Manuel Bribiesca, el miércoles de la semana pasada, por un asunto hacendario menor, es un calambre para Fox.

Mujer de uno y de otro, Marta Sahagún está actuando, subrepticiamente, en el ámbito partidista, al menos en Nuevo León, para que le sean respetados candidatos afines, sobre lo que aquí se informará con oportunidad...

Apuntes Aun con dos pesos de aumento al salario mínimo y, al contrario, el alza número 32 a los combustibles, ¡felices fiestas a los lectores!

delgado@proceso.com.mx

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lunes, 22 de diciembre de 2008

Gil Díaz, Investigado por corrupción y abuso de poder

FRANCISCO GIL DÍAZ

JESUSA CERVANTES

"Este texto está publicado en el número 1677 de la revista Proceso, que ya está en circulación". La Cámara de Diputados y la Auditoría Superior de la Federación investigan al exsecretario de Hacienda Francisco Gil Díaz por dos maniobras financieras que desangraron al erario:

La compraventa de Banamex a Citigroup y la colocación del paquete accionario de Repsol que era propiedad de Pemex en la bolsa de Luxemburgo.

Pero como Gil fue un funcionario de amplios intereses, un informe del Cisen lo relaciona con la galopante corrupción en las aduanas y la PGR con abuso de poder.Dos años después de haber dejado la titularidad de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Francisco Gil Díaz es investigado por la Procuraduría General de la República por el delito de "uso indebido de atribuciones y facultades" en el proceso de venta de Banamex a Citigroup en 2001, en el cual se evitó el pago del Impuesto Sobre la Renta por 3 mil 500 millones de dólares.

Además, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) indaga posibles pérdidas por "7, 095, 591 miles de pesos" (es decir, 7 mil 95 millones 591 mil pesos) por la colocación de las acciones que Petróleos Mexicanos tiene en Repsol (4.5%, con valor de mil 373.7 millones de dólares) en el mercado cambiario de Luxemburgo, operación que Gil Díaz autorizó en 2003 desde la SHCP y como integrante del Consejo de Administración de la paraestatal.A su vez, la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados abrió una investigación sobre la forma en que participó la empresa Global Axis Management, que preside Gonzalo Gil White -hijo de Gil Díaz y de Margarita White-, como proveedor de asesoría para llevar a cabo la operación accionaria en el paraíso fiscal de Luxemburgo.

La misma comisión de la Cámara de Diputados y la asociación civil Transparencia Nacional, que encabeza el exprocurador fiscal Gabriel Reyes Orona, indagan la posible "simulación" de venta de acciones en aquella operación financiera con la consecuente pérdida para el erario federal de más de 7 mil millones de pesos o la desaparición de las acciones de Pemex en Repsol.Uno de los principales responsables de esta colocación de bonos fue Juan José Suárez Coppel, que en 2003 era director corporativo de Finanzas de Pemex, y tan cercano a Gil Díaz que fue su jefe de asesores durante el primer año de su gestión en la Hacienda.

La denuncia

El pasado 24 de octubre los legisladores Juan N. Guerra y Pablo Trejo, del PRD, presentaron ante la Procuraduría General de la República (PGR) una denuncia contra Francisco Gil Díaz por autorizar la venta de Banamex a Citigroup.

Los denunciantes argumentaron que Gil incurrió en un conflicto de interés, ya que como exempleado de Avantel, filial de Banamex, facilitó que la operación se realizara en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) a través del llamado "cruce protegido", con lo que se evitó el pago millonario de impuestos porque en 2001 las operaciones por esta vía estaban exentas de esa obligación.

Apenas el pasado jueves 4 la PGR le dio entrada a la querella contra Gil Díaz y ordenó abrir la averiguación previa 134/UEIDCSPCAJ/2008 en la Mesa XXVI de la Fiscalía de Delitos Cometidos por Servidores Públicos, según consta en el oficio UEIDCSPCAJ/1515/2008, firmado por Blanca Estela Villalobos Zárate, secretaria técnica de la Suprocuraduría de Investigación Especializada en Delitos Federales y la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Cometidos por Servidores Públicos y contra la Administración de Justicia.

En la extensa denuncia de los diputados federales se anexa una lista de posibles involucrados en la anómala venta de Banamex o que impidieron su investigación: José María Zubiría Maqueo, "exfuncionario de las empresas controladas, filiales o subsidiarias del Grupo Financiero Banamex, estrechamente ligado a Roberto Hernández (expropietario de Banamex), designado como jefe del Servicio de Administración Tributaria en 2003 (ratificado en ese cargo por Felipe Calderón) y quien omitió realizar cualquier pesquisa o investigación para la recuperación de las contribuciones omitidas", es decir, los 3 mil 500 millones de dólares del impuesto.

Se incluye también a Luis Mancera Arrigunaga, "exdirectivo jurídico de Avantel bajo la dirección de Gil Díaz; exdirector de Banca y Ahorro de la SHCP en la pasada administración y titular de la Procuraduría Fiscal de la Federación en el tiempo en que concluyó el plazo para el ejercicio de facultades de auditoría y comprobación por la omisión de las contribuciones; excolaborador de Zubiría Maqueo.

Hoy socio de la firma White & Case que factura millones de dólares a Banamex".Vicente Corta Fernández aparece en la denuncia como "extitular de Banca y Ahorro de la SHCP; extitular de la Secretaría Ejecutiva del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario al momento en que se realizó el prepago del pagaré a Citibank; exasesor de Gil Díaz en Hacienda.

Hoy directivo de White & Case, encargado de asuntos de apoyo a diversas autoridades federales vinculadas a asuntos relacionados con Roberto Hernández".Y finalmente se menciona a Javier Laynez Potisek, "excolaborador de Luis Mancera Arrigunaga y actual procurador fiscal de la Federación, que ha obstaculizado y retardado la promoción de acciones en contra de Gil Díaz".En la denuncia se incluyeron dos oficios firmados por el exsecretario de Hacienda.

El primero de ellos, fechado el 21 de mayo de 2001 y dirigido al entonces presidente de la República, Vicente Fox, el funcionario se excusa de intervenir en elasunto: "Es importante señalar que, no obstante que no presto ni he prestado servicios a las sociedades involucradas en la transacción de referencia, y por lo tanto no me encuentro en supuesto alguno que suscite conflictos de interés, he estimado que la excusa que someto a su consideración contribuye a la existencia de condiciones convenientes para el estudio, evaluación y resolución de dicho asunto, el cual será cursado ante la Dependencia a mi cargo".

En el segundo oficio, del 30 de octubre del mismo año, Gil Díaz autoriza la venta. En este documento de cinco cuartillas además se da luz verde a la escisión de Banamex en dos sociedades de responsabilidad limitada de capital variable, "que detentarán las acciones de Banamex USA Bancorp, quien a su vez detenta las acciones de California Commerce Bank Securities, Inc., y de Promotora de Teleinformática y Telecomunicaciones, S.A. de C.V., quien a su vez detenta las acciones de Avantel, S.A., y Avantel Servicios Locales, S.A".El fragmento resaltado figura así en la denuncia porque esa parte del oficio se ocultó a la opinión pública y a los diputados federales a los que se informó de la venta. Al evidenciar la relación con Avantel, los diputados Juan N. Guerra y Pablo Trejo pretenden demostrar que Gil Díaz sí incurrió en conflicto de interés al haber sido empleado de la telefónica hasta el día que Fox lo designó secretario de Hacienda.

Presiones a Citigroup

En la denuncia de Guerra y Trejo se muestra que la venta de Banamex no debió haberse avalado como una operación en la BMV exenta de impuestos puesto que, según los legisladores, el precio se pactó en Nueva York. Pero además, en la querella piden indagar la posible presión y otras maniobras de Francisco Gil Díaz a través del IPAB para que Citigroup se volviera inoperante y así obligarlo a adquirir caro Banamex.

El diputado Juan N. Guerra y el exprocurador fiscal Gabriel Reyes Orona explican que, entre mayo y septiembre de 2000, Citigroup le ponía muchas reservas a Banamex, Por ejemplo, quería comprobar si todos los activos del banco eran reales, no permitía sacar activos a espaldas de los accionistas ni conservar a ciertos funcionarios.

Entonces ocurrieron tres hechos relevantes.

El primero fue una reunión de Vicente Fox con Roberto Hernández.

El segundo, que el IPAB, entonces bajo el mando de Vicente Corta, decidió prepagar el pagaré de Citigroup por 25 mil millones de pesos. "Todos los pagarés tenían posibilidad de prepago y la pregunta es por qué sólo se hace con Citigroup -dice Reyes Orona.

El efecto es devastador para Citigroup, ya que por tratarse de una suma tan elevada de dinero no la podía colocar en las sucursales que tenía, y las tasas por rendimiento eran tan bajas en el país que no podía respaldarla. Esto le generó a Citigroup una pérdida de 1 millón de pesos por día.

Con esto Banamex fastidia a su contraparte en la negociación, por lo que lo presionan para que compre y retire algunas de las condiciones que ponía.

"El tercer acontecimiento, agrega el diputado Guerra, fue que como el IPAB no contaba con dinero para hacer el prepago del pagaré a Citigroup "se voltea a Banamex y le pide 25 mil millones de pesos, con lo cual le arreglan la vida a este banco porque a partir de ese momento ya tiene un crédito seguro con el IPAB, colocando una cantidad monstruosa de dinero".Por eso en su denuncia los legisladores piden a la PGR que recabe, "vía consular o diplomática, los informes que permitan conocer el grado de involucramiento de José Francisco Gil Díaz en las reuniones que se hubieran llevado a cabo con los señores Sanford Weill y Charles Prince, funcionarios de Citibank en la ciudad de Nueva York".En tanto, los legisladores ya solicitaron audiencia con Christopher Cox, titular del organismo de regulación bursátil estadunidense (Securities and Exchange Comisión, SEC), a fin de pedir su colaboración para confirmar la presencia de Gil Díaz en las negociaciones con Prince y Weill, "dado que existen evidencias de corrupción en la operación" y en virtud de que el gobierno de Estados Unidos emitió una circular que autoriza investigar actos de corrupción en el extranjero.

Si se comprueba que la venta y el precio correspondiente se pactaron antes de que se realizara en la Bolsa Mexicana de Valores, se confirmaría que no debió autorizarse como un movimiento de "cruce protegido" y que por lo tanto se evadió el pago del ISR por 3 mil 500 millones de dólares con la anuencia de Gil Díaz.

Dinero para Gil White

En agosto de 2003 el Consejo de Administración de Pemex, encabezado por Francisco Gil Díaz, autorizó que se colocara en la bolsa de valores de Luxemburgo el 4.5% de acciones de Repsol que le pertenecen. Meses después, el 9 de diciembre, la SHCP autorizó la operación y le asignó el número de identificación 96-2003-F. El 14 de noviembre de ese mismo año se creó en el ducado de Luxemburgo la sociedad anónima Pemex Lux S.A., que a su vez formó un "vehículo financiero" llamado RepCon Lux, S.A., para emitir a través de él un bono intercambiable en acciones de Repsol por un monto de mil 373.738 millones de dólares, con vencimiento al 26 de enero de 2011.

Sin embargo, en febrero de 2008 los tenedores de las acciones podían revender a Pemex las acciones o cobrar dividendos. Hasta el momento se desconoce quién adquirió los bonos y quién fue uno de los colocadores.

Tanto la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados como Transparencia Nacional tienen, como línea de investigación, que Global Axis Management realizó esta operación.Esta empresa, que preside Gonzalo Gil White, se formó en 1999 con los 60 millones de dólares que Televisa le pagó a la familia Cañedo White, a la que pertenece la esposa de Gil Díaz, Margarita White Cañedo.


Tanto los diputados de la Comisión de Vigilancia como Transparencia Nacional creen que se simuló una venta de acciones y que en realidad se "vendió" un asiento en el consejo de decisiones de Repsol. La petrolera estaba tan atomizada antes de la colocación de los bonos que ninguno de sus inversionistas tenía más de 20% de las acciones.El presidente de Transparencia Nacional, Gabriel Reyes Orona, explica: "De comprobarse esta tesis, Hacienda tendría que haber utilizado a un colocador que no dijera nada, y existen indicios de que pudo ser Global Axis Management; de ahí que sea una de las líneas de investigación".Paralelamente, un informe de la Auditoría Superior de la Federación revela que no se sometieron a la consideración del Consejo de Administración de Pemex ni la evaluación del riesgo ni el impacto de los compromisos asumidos.

Tampoco se evaluaron en esa instancia otras alternativas de financiamiento, lo que a decir de la ASF "le está representando a Pemex un costo de oportunidad de 7,095,591 miles de pesos -es decir, 7 mil 95 millones 591 mil pesos- debido a la plusvalía estimada del precio de las acciones a febrero de 2008". La ASF precisa que no se tomó en cuenta el alza en el precio del petróleo en ese tiempo y que influyó directamente en el valor de las acciones de Repsol. La acción que alguien adquirió por 23.4 dólares, en diciembre de 2006 ya valía 34.58 dólares, por lo que de entrada la maniobra implicó una pérdida de 655 millones de dólares para Pemex.La ventaja para quien compró los bonos en el esquema que utilizó Pemex es que si la acción subía, se pagaba al tenedor del bono, pero si bajaba, la pérdida la asumía la paraestatal. Y en caso de que en febrero de 2008 Pemex decidiera recomprar las acciones, tendría que pagar a quien las poseyera un "costo de oportunidad" por 412 millones 121 mil dólares "o, si considera conveniente, les cederá la posición accionaria como pago".Reyes Orona considera que el procedimiento es tan evidentemente oneroso para Pemex que debe ser una simulación: "Nadie hace esta operación para perder".Hasta el momento Pemex no ha informado si Global Axis Management participó en la operación de Luxemburgo y tampoco ha explicado los motivos para aceptar sus condiciones desventajosas. Mucho menos ha revelado quién adquirió los bonos o si se los recompró o le cedió su posición en Repsol.En cambio, se sabe que el encargado de diseñar la operación fue Juan José Suárez Coppel, entonces director Corporativo de Finanzas de Pemex, quien el 27 de octubre de 2006 dejó en su cargo a su asesor y sobrino en segundo grado Esteban Levín Balcells, que aún se mantiene ahí.Antes de llegar a Pemex, Suárez Coppel fue asesor de Gil Díaz en la SHCP y hoy, impulsado por su protector, pretende ser consejero independiente de la paraestatal. El pasado 11 de diciembre Suárez Coppel buscó al coordinador de los senadores panistas, Gustavo Madero, para que lo postule al consejo de la paraestatal; también cabildea en la Comisión de Energía para que lo propongan antes del próximo domingo 28, cuando vence el plazo para presentar candidaturas.

Perseguidos por Gil Díaz

En un amplio documento del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) se menciona que Francisco Gil Díaz utilizó su cargo en Hacienda para perseguir a sus adversarios y para avalar la corrupción que se apoderó de las 48 aduanas del país.

Entre los abusos cometidos por Gil Díaz el Cisen refiere la persecución contra Julio Scherer Ibarra.En 2000, poco después de que Julio Scherer García, fundador y presidente del Consejo de Administración de Proceso, hizo dos comentarios críticos sobre el presidente electo Vicente Fox, Gil Díaz inició una desa-seada embestida contra Scherer Ibarra, hijo del periodista. La persecución sumó 14 denuncias penales y duró casi todo el sexenio, pues no fue sino hasta mayo de 2006 cuando la PGR desechó las querellas a falta de pruebas.

En abril de 2001, cuando Scherer Ibarra era director general y miembro del Consejo de Administración del Consorcio Azucarero Escorpión (Caze), propiedad de Enrique Molina, el secretario de Hacienda interpuso demandas contra los directivos del grupo industrial por operaciones realizadas entre 1997 y 2000, relacionadas con el subsidio a las exportaciones de azúcar, una supuesta evasión de impuestos y retención de cuotas del Seguro Social. A su vez, el 9 de noviembre de 2006, Scherer Ibarra interpuso una denuncia, por abuso de autoridad y omisión de hechos importantes en un juicio de amparo, contra el subprocurador fiscal de Investigaciones de la Procuraduría Fiscal de la Federación, Ambrosio de Jesús Michel Higuera, y el director general de Delitos Fiscales, Eduardo Javier Tito Sodi Carmona.

También señaló como responsable inmediato al superior jerárquico de estos funcionarios, Francisco Gil Díaz.En el expediente del Cisen, de más de 100 páginas, se dice que Gil Díaz ha beneficiado a sus parientes con patentes aduanales y se asoció con ellos para pasar contrabando, además de colocar a su amigo José Guzmán Montalvo como administrador general de aduanas. "Funcionarios de Hacienda adscritos a aduanas encabezan la lista de contrabandistas en la gestión de Gil Díaz, quien mantuvo a algunos en el cargo, aun cuando la Secretaría de la Función Pública determinó su inhabilitación", dice el documento.


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Encinas: esquizofrenia en el discurso del PRD



Alejandro Encinas

Liliana Padilla

Critica la decisión de echar del partido a quien no apoye a candidatos perredistas

México.- Alejandro Encinas calificó de esquizofrénica la decisión de echar del PRD a quienes no apoyen a los candidatos del partido, luego que desde la dirección nacional se acusó a Andrés Manuel López Obrador de quitar votos.

“Hay un discurso esquizofrénico porque, por un lado, dicen que Andrés Manuel quita votos, y por otro, que no apoyen a ningún candidato que no sea del partido”, criticó.

Luego de la decisión del Consejo Nacional perredista, que a través de uno de sus resolutivos puntualizó que a aquellos militantes que apoyen a candidatos de otros partidos se les cancelará de manera automática su membresía, el ex aspirante a la dirigencia nacional de este partido sostuvo que esto es un reflejo “no solamente de la muy estrecha visión que se tiene de la situación por la que está atravesando el PRD, sino del regreso a las viejas prácticas de una burocracia de izquierda que no está a la altura del momento político ni de la base partidaria”.

En entrevista, el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal criticó lo dicho por Carlos Navarrete, coordinador del PRD en el Senado, quien reveló en entrevista con MILENIO que López Obrador tenía un rechazo de 50 por ciento entre los electores.

Pero al mismo tiempo, dijo, se amaga con sancionar con la expulsión de las filas del PRD a aquellos que respalden a candidatos que compitan bajo otras siglas, como puede ser el caso de aquellos que se sumen desde el movimiento de López Obrador a la coalición PT-Convergencia.

“Es un contrasentido desestimar al Frente Amplio Progresista y al mismo tiempo hacer todo lo posible porque éste no subsista, aunque la dirección que está en el partido quiera plantear su separación del FAP”.

Sin embargo, Encinas celebró la resolución del Consejo Nacional de que no haya alianzas con otros partidos y que el PRD apueste por recuperar su identidad partidaria, tras la elección interna de marzo pasado.

“Que bueno que tomaron la resolución de que no se hagan alianzas con otros partidos, porque muchos las querían con PRI y PAN”.

Ello, en referencia a la eliminación en el Congreso Nacional, del candado que prohibía expresamente las alianzas con el PRI y el PAN, que fue interpretado por el bloque de Izquierda Unida que encabezaba Encinas, como la intención de algunos sectores del PRD de aliarse con estos partidos.El bloque perredista que impulsó la eliminación de esta prohibición explicó que no se trataba de alianzas a nivel federal, pero si en algunos estados para combatir la hegemonía priísta o panista, según fuera el caso, como sucedió en Oaxaca, donde PRD y PAN fueron, junto con Convergencia, contra el PRI.

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Servicio informativo núm. 610


Ciudad de México, 20 de diciembre de 2008
Servicio informativo núm. 610
http://serviciodenoticiasisa.blogspot.com/

Sumario:

I. La farsa de los salarios mínimos, por Arturo Alcalde Justiniani
II. A los más de 5 millones de trabajadores que ganan hasta un salario mínimo: ¡el aumento a los salarios mínimos no alcanza ni para comprar un pan de dulce!: José Antonio Almazán
III. Inseguridad estructural, por José Luis Piñeyro

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LA FARSA DE LOS SALARIOS MÍNIMOS
por Arturo Alcalde Justiniani(publicado en La Jornada el 20 de diciembre de 2009)

El raquítico incremento a los salarios mínimos pone en evidencia una política económica contraria a los intereses de los trabajadores, en un momento crucial de crisis. Lisa y llanamente, significa un despojo en la medida que el porcentaje impuesto de 4.6 por ciento promedio (4.2 por ciento en la zona A, que comprende la mayor parte de la población) es sensiblemente inferior a la inflación, aun considerando los datos del Banco de México, que bien sabemos están diseñados para aparentar una realidad distinta a la que confirma cotidianamente la población cuando acude a un mercado a comprar alimentos para la familia. La mala noticia será que hoy podrán adquirir menos que antes.

Basta analizar dos declaraciones para confirmar el teatro de mal gusto que envuelve esta decisión fundamental. La Confederación Patronal de la República Mexicana señaló: “En la visión humanista de Coparmex, nuestro foco está en la persona, y aunque no somos una institución de beneficencia, sí consideramos que la función de la empresa es la creación de valor para toda la sociedad… eso se hace, entre otros aspectos, con una compensación decente para sus colaboradores” (La Jornada, 16/dic/2008, p. 22). Surgen varios cuestionamientos: cómo se puede creer que dos pesos diarios constituyan un incremento “decente” frente a la inflación que todos conocemos; quién ha pensado que la Coparmex pueda considerarse una institución filantrópica, ¡sólo eso nos faltaba!, cuando es esencial el esfuerzo de los trabajadores para mantener funcionando el aparato productivo. ¡Y ahora resulta que el incremento salarial es una limosna!

Enrique Aguilar Borrego, presidente del Congreso del Trabajo, señaló: “es inaceptable un alza a los mínimos por abajo del 4 por ciento” (Reforma, 16/dic/2008, p. 2); con esta posición, podemos darnos una idea del grado de defensa que ejercen nuestros líderes obreros de la economía popular, es la vieja táctica de poner un límite bajo, para luego aparentar que se logró un avance al convenir un monto superior. Es famosa la anécdota de un viejo líder sindical de la industria de la confección que citaba a los patrones en el Sanborns Azulejos para preguntarles qué porcentaje de incremento salarial había decidido la empresa otorgar, si le decían que 5 por ciento, acudía a la asamblea muy fresco y con toda firmeza exclamaba: ¡Compañeros, ni un paso atrás, cinco por ciento o huelga!

Las reuniones realizadas por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CNSM) son una muestra de la farsa tripartita. El representante de la Confederación de Trabajadores de México llegó con la consigna de su líder, Joaquín Gamboa Pascoe, que días antes había anunciado que estaba listo “para sacrificarse más”. Después del acuerdo, los representantes regresaron a sus lujosos automóviles y a seguir sacrificándose. Se suman interrogantes: ¿habrá alguien que les crea? ¿Creerán ellos sus propias mentiras? ¿Qué sentido tiene esta pantomima frente a una sociedad ávida por participar responsablemente en el diseño de estrategias que nos permitan superar las dificultades de una crisis creciente? ¿No les dará vergüenza cobrar un sueldo por tan penosa tarea?

Resulta evidente que la CNSM es un acto de simulación en el que prevalece la voluntad del gobierno federal por vía de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. La opinión de este gobierno es que los trabajadores más desprotegidos del país se merecen dos pesos y centavos para salvar sus angustias, cubrir una inflación superior a 6 por ciento, y responder así a un 2009 que amenaza degradar aún más los niveles de vida. Este es el auténtico rostro de la política económica.

El razonamiento parece sencillo: si estamos en crisis, si sufrimos las consecuencias de una política económica equivocada que incluye los efectos de nuestra excesiva vinculación a la suerte de nuestro vecino del norte, deberíamos actuar como lo hacen las familias en estado de necesidad, apoyarse unos a otros, dando prioridad a los más necesitados. Si lo principal es proteger el bienestar colectivo, se impone la urgencia de una política de redistribución racional, suprimir los gastos superfluos, reducir los salarios excesivos y canalizar mayores recursos a quienes se ahogan en una pobreza creciente. Esta imposición del gobierno federal actúa en sentido contrario a una elemental política de derechos humanos, cuando hace tan sólo una semana que con motivo de la conmemoración del 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos fue presentado el Programa Nacional de Derechos Humanos 2008-2012, que en su capítulo del derecho al trabajo adquirió el compromiso de “promover que los salarios fijados por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos aseguren a todos los trabajadores y empleados una garantía social básica… Diseñar y ejecutar un programa nacional de trabajo digno, cuyo objetivo sea garantizar la vigencia de los derechos humanos laborales”.

Hoy más que nunca resulta evidente la necesidad de un debate nacional sobre la política salarial y, en particular, el papel que juega el salario mínimo en el modelo económico. No podemos resignarnos a la tesis de que cualquier mejora salarial es inflacionaria y que la única medicina posible es sacrificar a los trabajadores. Con esta visión reducida, sólo se abate el mercado interno y se condena a los trabajadores a vivir peor. Buena parte de la responsabilidad de la crisis mundial se deriva de políticas que acorralando a los deudores les impidieron cumplir con las obligaciones hipotecarias contraídas. En México, una expresión de esta política ha generado el desastre relacionado con las tarjetas de crédito. Deberíamos aprender de otros países que han puesto el énfasis en la recuperación salarial para reducir inequidades y dinamizar su economía.
Por lo pronto, habría que desaparecer la inservible Comisión Nacional de Salarios Mínimos y rescatar la propuesta de hacer depender esta función de la Cámara de Diputados. Sería un buen propósito de fin de año.

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A LOS MÁS DE 5 MILLONES DE TRABAJADORES QUE GANAN HASTA UN SALARIO MÍNIMO: ¡EL AUMENTO A LOS SALARIOS MÍNIMOS NO ALCANZA NI PARA COMPRAR UN PAN DE DULCE!: JOSÉ ANTONIO ALMAZÁN

Como lo habíamos anticipado el 17 de diciembre del presente año, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CNSM) fijó un porcentaje insuficiente y ridículo para los salarios mínimos generales que regirán en las tres áreas geográficas de nuestro país para el 2009. El aumento decretado por la CNSM para los salarios mínimos en las tres áreas geográficas fue en promedio de dos pesos con treinta centavos (4.6 por ciento), acorde con lo que Javier Lozano Alarcón había planteado el 16 de diciembre del presente.

Este aumento de dos pesos no les alcanzará a los más de 5 millones de trabajadores que ganan hasta un salario mínimo ni para comprar un pan de dulce, en virtud de que este alimento cuesta mínimamente en panaderías y centros comerciales alrededor de 4 pesos. El pan de dulce de acuerdo con datos de la Procuraduría Federal del Consumidor, oscila entre 4 pesos y hasta 8 pesos, dependiendo el tamaño y la variedad, por lo que con los dos pesos que se decretaron como “aumento” a los mínimos ni este producto se puede adquirir.

De acuerdo con cifras publicadas por el Banco de México, la inflación anualizada es de 6.23%, cifra dudosa sobre todo si observamos que no coinciden con los datos del Fondo Monetario Internacional quienes plantean que la inflación para nuestro país oscila aproximadamente en 8%. Asimismo, los aumentos a los productos de consumo popular como el aceite, el frijol, jitomate y pan blanco en el periodo de enero a noviembre de este año es de 42.10%, 22%, 52.1% y 20%, respectivamente.

No podemos decir que estos dos pesos sea un aumento salarial, sino constituyen migajas para los trabajadores. Los responsables de este nueva agresión son tanto Calderón, como Lozano Alarcón y obviamente Basilio González Núñez, presidente de la CNSM, quien preside este organismo proempresarial desde 1991, y se ha convertido en un experto en la contención de los salarios.

El gobierno de Felipe Calderón con estas acciones está llevando al límite a la población, profundizando los niveles de hambre y de pobreza, con el contubernio de los llamados representantes obreros que son parte de la CNSM, quienes ni siquiera se atrevieron a firmar bajo protesta, tal y como lo reconoció cínicamente José Luís Carazo, supuesto representante “obrero” en dicha comisión, dejando con ello constancia del sometimiento del Congreso del Trabajo, de la CTM y demás organizaciones charriles al servicio del gobierno.

Es una vergüenza que el presidente electo de los Estados Unidos de América, Barack Obama, tenga como una de sus prioridades la defensa del poder adquisitivo de los trabajadores norteamericanos, en un país cuyo nivel de ingresos es diez veces superior al nuestro, mientras Calderón en sentido opuesto sigue impulsando el deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores mexicanos.

Hoy como hace 100 años la población mexicana está en condiciones de extrema pobreza, de desnutrición, de represión por parte del gobierno, lo que condujo a la población en 1910 a llevar a cabo la Revolución Mexicana. De igual modo, hoy la respuesta de los trabajadores no va tardar y seguramente las movilizaciones en rechazo a estos salarios, y la exigencia de aumento salarial de emergencia y de control de precios a los artículos de consumo popular no van a tardar.

Desde este Palacio Legislativo de San Lázaro, manifiesto mi absoluto rechazo a este decreto salarial y a la vez expreso mi solidaridad a las acciones que en próximos día emprenderán los sindicatos de trabajadores que están luchando por un modelo económico alterno para México.
¡Desaparición de la CNSM! ¡Que renuncie el secretario del Trabajo y Previsión Social por inútil! ¡Exigimos un estricto control de precios a los artículos de consumo popular de acuerdo al artículo 28 constitucional!

A t e n t a m e n t e
Dip. José Antonio Almazán González
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INSEGURIDAD ESTRUCTURAL
por José Luis Piñeyro
(publicado en El Universal el 20 de diciembre de 2008)

Cierra el año con situaciones reales o potenciales que deberían preocupar a la fracción dominante de la clase gobernante y de la clase económica, pero no saben más que repetir la cantaleta de los últimos 25 años: “no hay de otra”, o sea, no hay de otra política económica, financiera, bancaria, fiscal, comercial, laboral, social, alimentaria, educativa, policíaca, exterior, ambiental, etcétera. Los cambios mínimos son para preservar lo esencial, las famosas variables macroeconómicas (control de la inflación, del gasto público, de los salarios) que se dan desde que De la Madrid recetó medicina amarga a la nación que hoy no ha mejorado sus condiciones de vida tras un tratamiento de choque que dura un cuarto de siglo.

La política de seguridad pública en el mejor de los casos se encuentra en un frágil equilibrio frente al crimen organizado, donde tiempo de guerra y espacio territorial se ensanchan sin una fecha creíble para regresar los militares a los cuarteles y con varios frentes de lucha y una moral y capacidad de fuego delincuencial reforzada.

La política laboral ya muy restringida en cobertura de empleo, salarial y de prestaciones sociales, no enfrenta al actual y futuro desempleo masivo (engrosando así las filas de la economía informal y criminal) y solo llama a que los empresarios usen los despidos como “último” recurso. La política social antipobreza no reacciona de cara a los 10 millones de nuevos pobres en alimentación y a los al menos 500 mil migrantes repatriados.

La política comercial con EU no toma nota de que disminuirán los ingresos por petróleo, turismo, remesas, inversión de ese país y demanda de importaciones mexicanas, hechos que se enfrentan con ¡mayor apertura comercial y la “positiva” devaluación del peso¡. Podríamos seguir con otras políticas públicas fracasadas para abonar al pesimismo nada gratuito, mas solo queremos destacar que los elementos objetivos estructurales se complementan con otros subjetivos que ya son estructurales como la reiterada y extendida corrupción, impunidad, ineptitud y demagogia o mentiras al estilo de: “Vamos ganando la guerra anticriminal aunque no lo parezca” o “La crisis financiera de EU afectará como un catarrito”.

Prevalece una parálisis operativa del gobierno federal combinada con un hiperactivismo mediático que apela a la unidad nacional y a la voluntad colectiva frente a la crisis, o a “perder el miedo” vía el Televisa circus. Sin duda, se requiere voluntad social y liderazgo político pero se subestiman barreras estructurales y la ausencia de líderes con propuestas distintas al “más de lo mismo”.

Esta conducta gubernamental y privada contribuye a que aumente la inseguridad pública, social, laboral, económica y ambiental y a que se retroalimenten y conformen como retos o amenazas a la seguridad nacional, si consideramos el criterio de la dimensión o tamaño de la inseguridad múltiple.

El criterio gubernamental de sólo considerar riesgos o amenazas a situaciones que puedan rebasar la capacidad de respuesta del Estado es de bomberos: articulación de narcos, pobres y guerrilleros en una región, pero, eso no soluciona el problema, lo prolonga. Urgen estadistas democráticos. Deseo al público lector, dado el negativo entorno futuro, que el próximo año sea mejor, que sea al menos como los primeros meses del 2008, cuando el deterioro de la nación y del Estado no era tan grave.
Una razón mas para apoyar a nuestro
Presidente Legítimo de México,
Lic. Andrés Manuel López Obrador.